Testimonios

Testimonials and cases

“Mi nombre es Cristina. Tengo 50 años, soy de la provincia de Santa Fe. Mi signo es Leo.
Soy una comerciante casada hace cuatro años y tengo un hijo de dos. Todo empezó después que decidimos tomar unas vacaciones en Brasil. Al volver empecé a estar como sin ganas de nada. Había perdido la voluntad, la relación con mi marido se me hacía insostenible. Lloraba sin motivos ni razones, comencé a fumar, cosa que no hacía antes.
Había consultado toda clase de médicos y ninguno me encontraba nada. Mi marido me llevó a curanderos, para que me curen. Incluso le pidió al padre de una iglesia que bendijera mi casa. Pero yo no mejoraba.
Una noche estábamos con mi marido mirando la televisión y vemos al Señor Amado, que realizaba ayudas a distancia. Le conté mi problema esa misma noche y al otro día le escribí un e-mail. En siete días obtuve su contestación, mandándome a pedir fotos y fechas de nacimiento y me dijo que antes de los treinta días le escribiera para contarle los cambios positivos que se producirían.
Su efectividad a distancia nos pareció una cosa increíble. Mi marido era algo escéptico e incrédulo; sin embargo, a partir de mis cambios positivos empezó a creer, incluso a recomendarlo. Yo mejoré mi vida gracias al Señor Amado. Estamos pensando viajar con mi marido para agradecerle personalmente todo lo que ha hecho por nosotros.”


Cristina
50 años

“Mi nombre es Carlos. Tengo 52 años, soy de la provincia de Córdoba. Mi signo es Aries.
Teníamos veinte años de casados. Mi pareja al principio resultó perfecta, veníamos muy bien. Teníamos una familia muy feliz, tuvimos dos hijos, fue transcurriendo el tiempo y las cosas aparentemente se iban opacando, se iban oscureciendo.
Algún problema había: Hasta mi señora me había llegado a decir que me quería pero que no me amaba, las cosas estaban cada vez peor.
Vi una nota en una revista del Señor Amado y le escribí un mensaje. Me contestó rápidamente, me puso muy feliz saber que alguien aceptaba ayudarme, aunque más no fuera a la distancia. En su respuesta me decía que tuviera fe, que las cosas iban a salir bien, que mi matrimonio recuperaría el encanto que siempre tuvo.
El Señor Amado es un hombre de “armas tomar”, porque trabajó de manera contundente y todo volvió a ser como antes, quizás hasta mejor aún que cuando recién nos casamos. Mi esposa Claudia y yo estaremos eternamente agradecidos.”


Carlos
52 años

“Mi nombre es Mariela. Tengo 46 años, soy de la provincia de La Pampa. Mi signo es Escorpio.
Mi problema era el siguiente: Mi esposo había cambiado de repente. Comenzamos a vivir un infierno, discutíamos todo el tiempo, empezamos a tener problemas económicos. Un día, hablando con una amiga, le conté llorando mi problema. Ella me recomendó escribirle al Señor Amado y así lo hice a pesar de no estar muy convencida.
El Señor Amado contestó mi mensaje y me indicó los pasos a seguir. No había pasado un mes cuando todo comenzó a mejorar. Mi marido volvió a ser el mismo de antes. Estamos muy contentos y felices de haber conocido al Señor Amado. Por eso estoy orgullosa de dar mi testimonio.”


Mariela
46 años

“Mi nombre es Alberto. Tengo 29 años, soy de la provincia de Entre Ríos. Mi signo es Cáncer.
Mi problema era la adicción al juego. Yo tenía mi mujer, estábamos recién casados, tenía un trabajo estable, y por culpa de mi maldita adicción al juego lo había perdido todo. Estaba en bancarrota.
Al no poder pagar más el alquiler de la casa en la que vivíamos, tuvimos que separarnos y cada uno volvió a la casa de sus padres nuevamente, a pesar de amarnos con locura. Pensé en la muerte como única solución.
Mi madre, al verme tan pero tan mal, me recomendó ir a un psicólogo y así lo hice. Pero no sirvió de nada, por lo menos eso es lo que yo creo.
Un día fui a un locutorio a mandar unos currículos por mail, para intentar conseguir trabajo, y ya que estaba en Internet se me dio por entrar en páginas esotéricas, es como que sentí necesidad de hacerlo, a pesar de no creer mucho en videncias y ese tipo de cosas.
Buscando, buscando, encontré la página del Señor Amado. Escribí un e-mail en el mismo locutorio.
A los ocho días exactos, recibo la respuesta del Señor Amado. Él me empezó a ayudar a la distancia. Me dijo lo que yo tenía que hacer para mejorar, me dio fuerzas para salir adelante. Me envió todos sus libros para que los leyera. Hoy puedo decir que mi vida cambió totalmente, me siento un hombre nuevo.
Conseguí un buen trabajo, pude volver a alquilar una casa, junto a mi mujer con la cual deseamos tener un hijo. Superé mi problema, me siento bien y muy contento de haber conocido al Señor Amado, siempre estaré en contacto con él, porque realmente es un maestro”.


Alberto
29 años

“Mi nombre es Marta. Tengo 47 años, soy de la provincia de Tierra del Fuego. Mi signo es Libra.
Soy casada, tengo una hija. Mi matrimonio al principio fue bueno, pero a medida que pasaba el tiempo las cosas iban cambiando para mal. Mi marido estaba raro, frío, poco demostrativo, poco cariñoso, con la mirada perdida y nervioso.
Junto a mi hija decidimos pedir ayuda y consultamos a un especialista en parejas, el Señor Amado. Llamé a su teléfono y hablé con su secretaria, la señora Claudia, la cual me aconsejó que le escribiera un e-mail contándole mi problema, y así lo hice.
Al recibir la contestación del Señor Amado, me dio muchísimas esperanzas. Me dijo que me quedara tranquila, que mi problema tenía solución. Que lo mío no era de un día para el otro, pero que pasarían un par de semanas y las cosas se solucionarían.
Todo lo que dijo el Señor Amado se cumplió. Mi marido empezó a cambiar, a mejorar, comenzó a estar más tranquilo. La armonía volvió a nuestro hogar. Por eso escribo estas palabras de agradecimiento hacia el Señor Amado”.


Marta
47 años